La importancia de los espacios públicos en la vida urbana es un tema que ha estado presente desde la antigua Grecia hasta nuestros días. Y es que las posibilidades de encuentro y de debate en estos espacios son capaces de influir en cómo los habitantes participan en el desarrollo de su ciudad, contando con mayores instancias si es que están disponibles para todos.
No obstante, en las sociedades modernas, este rol estratégico de estos espacios se ha visto limitado, siendo la masificación de los automóviles uno de los principales factores según el blog sobre planificación urbana y pro movilidad sustentable, The City Fix. De hecho, según una investigación del Instituto de Energía y Medio Ambiente de Brasil, un 70% de los espacios públicos de los centros urbanos son ocupados por las vías para autos, en donde solo se traslada entre un 20 y 40 por ciento de la población de la ciudad.
¿Cómo se pueden recuperar los espacios públicos para fomentar la vida urbana? Acá te contamos sobre tres claves.
1. Construcción de comunidades vibrantes
Para que un espacio público atraiga a las personas y las incentive a ser parte del uso común de estos lugares, es necesario que cumpla con ciertas características que se obtienen desde el campo del diseño y que hacen posible que se convierta en un lugar de buena calidad.
En este sentido, es necesario que las calles, plazas y veredas que conectan con los espacios públicos, permitan acceder de manera equitativa a todos los residentes. Este punto se puede cumplir cuando el diseño urbano está pensado desde el concepto de “calles completas”, que significa que las calles deben ser accesibles, seguras y centradas en las personas.
Otro punto influyen es el que se obtiene al explorar nuevas formas de revitalización, como las intervenciones urbanas, que hacen posible una mayor variedad de usos desde el área del urbanismo táctico.
Un ejemplo de esto es la intervención urbana “21 Balançoires” que se llevó a cabo en los paraderos de buses de una de las calles más transitadas de Montreal. Así, mientras las personas iban caminando por el sector o estaban esperando un bus, se podían columpiar como una manera de romepr la rutina.
2. Los impulsos desde la economía local
La recuperación del canal que pasa por el centro de Seúl y su conversión en el Parque Cheonggyecheon es tal vez el mejor caso para reflejar el potencial de influencia de un espacio público en la economía local.
En 2002, una propuesta presentada por Kee Yeon Hwang tuvo aceptación en las autoridades de la ciudad debido a que buscaba eliminar una autopista que había traído los efectos de este tipo de infraestructura: contaminación ambiental y acústica, pérdida de espacio útil para los modos sustentables de movilización y creación de un entorno poco grato, entre tantas otros.
En su lugar, proponía construir un gran parque urbano que, cuando se inauguró, logró devolverle el espacio a los residentes mediante la creación de un lugar más atractivo y saludable. Asimismo, se recuperaron parte de los 40 mil residentes que fueron desplazados por la construcción de la autopista y se volvieron a crear nuevos puestos de trabajo en los entornos del parque, en donde la autopista había eliminado 80 mil puestos de trabajo.
Por último, el sector inmobiliario también se vio beneficiado con el parque, debido a que el metro cuadrado de las propiedades aumentó hasta en un 25%, una situación que fue bien vista por los residentes debido a que sus propiedades se habían desvalorizado notablemente por la infraestructura vial.
Si bien esta iniciativa es de largo plazo, hay otros planes en el corto plazo que también permiten recuperar los espacios públicos, tal como ocurre con las ferias y festivales culturales.
3. El rol ambiental
Si los espacios públicos tienen áreas verdes, no solo están beneficiando a los ciudadanos, sino que también están aportando al ecosistema local y con ello se están mitigando los impactos ambientales, aumentando la capacidad de recuperación urbana y acortando la distancia entre las personas y la vegetación dentro del entorno urbano.
Un ejemplo que The City Fix destaca en este sentido en la creación del Parque Cantinho do Céu en el barrio de Grajaú en São Paulo. En este lugar se implementó el Programa Fuente de Agua, una iniciativa de la ciudad-estado que tiene como objetivo preservar las fuentes de este recurso para el área metropolitana. Para esto, fue necesario ampliar el servicio de alcantarillado en los sectores vulnerables, construir nuevos sistemas de aguas lluvias y mantener equilibradas las redes de agua y alcantarillado.
De esta manera, se logró mejorar la calidad de este recurso en un barrio que, antes de la construcción del parque, no habría podido acceder a este mejoramiento.